miércoles, mayo 31, 2006

Negocios Universitarios ( Capítulo 3 )

Luego de este extraño crimen, la policía tenía las sospechas que no se trataba de un simple robo, en la autopsia de ley se descubrieron vestigios de cocaína en la sangre de Braulio, esta evidencia los obligaba a hacer una investigación. Los asignados para este caso fueron el capitán García y el teniente López. García era un zorro viejo, que con 20 años en las calles poseía un olfato envidiable para resolver los casos más enredados. Por el contrario el teniente López aún tenia mucho por aprender, su experiencia era casi nula en esta clase de casos, que siempre desempeñó labores de oficina.

- “ López, parece que estamos cagados, solo sabemos que el pata era un pobre drogadicto, eso no demuestra nada, por qué unas horas antes pudo haber estado con algunas hembritas vacilándose y drogándose de lo lindo...”
- “ Pero jefe, en su ropa interior no hay vestigios de semen, no?” respondió López mientras detenía el auto en la puerta del campus universitario.
- “ Si pues, todo estaba limpio, a este le han dado vuelta por drogas, no hay duda de eso y se han llevado el carro para que parezca un simple robo. “
- “ Se llevaron el carro y todo lo que tenía ahí, no dejaron ni su celular...”
- “ ¿Celular? “ se pregunto el Capitán García en voz baja
- “ Sí jefe, dejaron todo limpio”
- “ ¡Claro! “
- “ No jefe, era de telefónica...”
- “ ¡Que hablas animal! Dije claro por qué se me ocurrió algo, Braulio Pastor se ha debido comunicar esa noche con alguien, podríamos ver el último registro de llamadas “
- “ Sí tiene razón, hay que llamar a Marita para que se contacte con la compañía de teléfonos y nos pase el último registro de llamadas..., Capitán esta buena Marita, no?” agregó López mientras marcaba el celular y se relamía los labios.
- “ ¡Cuidado con Marita imbecil! Hace varios meses que nos entendemos “ dijo García Mientras le arranchaba el teléfono
- “ Pe-pero capitán, pensé que usted era casado”
- “ No pienses mucho..., ¿Alo Marita?..., Sí, necesito que me averigües un registro de llamadas, el número es...., López ¿cual es el número?”
- “Un ratito Capitán, lo tengo anotado en mi libreta -López sacaba del bolsillo de su saco una pequeña libreta de apuntes- acá está, noventa y ocho, ochenta y dos, noventa y tres, ochenta y siete”
- “ Ya flaquita apunta, noventa y ocho, ochenta y dos, noventa y tres, ochenta y siete, hazme ese favor..., ahora en la nochecita nos vemos...., espérame lista...., pero ya sabes que tengo que llegar temprano a mi casa..., un beso” una pequeña sonrisa se dibujó en el curtido rostro de García y colgó el teléfono celular.
- “ ¿Ahora que hacemos Capitán? ¿Vamos a entrevistar a los profesores?”
- “ ¿De donde vienes tu, ah? Los profesores no deben saber ni mierda de su vida, tenemos que entrevistar a la gente de su entorno, a la sarta de drogadictos con que paraba. Cuando nos vean se van a orinar los pantalones y van a vomitar todo, vas a ver” dijo García mientras bajaba del automóvil.
- “ Como usted diga Capitán, voy a cerrar bien el carro, no vaya a ser que nos roben...”

martes, mayo 30, 2006

Negocios Universitarios ( Capítulo 2 )

Los rumores de un estudiante asesinado la noche anterior, corrían por toda la universidad, los casos de estudiantes fallecidos no son tan comunes, pero con tanto alumnado por lo menos tres veces al año esa clase de noticias suelen consternar a todos, ya sean por muerte natural, por algún accidente y pocas veces por asesinato, se podría decir casi nunca. El nombre del alumno era Braulio Pastor y cursaba el tercer ciclo en la carrera de administración de empresas. Por lo que se comentaba en el campus universitario, era una persona tranquila, un estudiante promedio, con algunos problemas familiares, pero nada daba indicios de que tuviera enemigos, por el contrario siempre estaba rodeado de muchos amigos. Voladas por ahí comentaban que unos asaltantes lo mataron para llevarse su auto, por que cuando encontraron a Braulio tendido en el piso del garaje de la casa de sus padres, el auto no estaba.

Juan Pablo Mejía y Allison Guzmán eran una pareja relativamente nueva que se habían conocido tres meses atrás cuando el ciclo universitario recién se iniciaba. Juanpa como lo conocían sus amigos, con veintidós años de edad, era un chico deportista, no muy destacado, pero su esfuerzo era bien visto por los entrenadores y por los directivos de la universidad, que le otorgaron una beca de estudios, su situación económica no era muy buena. Con su metro ochenta y cinco de estatura fue aceptado en el equipo de basketball de la universidad, que pocas veces era escogido para jugar de titular en algún partido oficial, comúnmente su lugar estaba en la banca. Donde tenía relativo éxito, era con el sexo opuesto. El buen estado atlético producto de los entrenamientos y su rostro que no era el de un modelo de pasarela pero era agradable para las chicas, lo convertía en un chico simpático. Uno de sus grandes problemas estaba en su timidez, la comunicación con las personas nunca había sido su fuerte, Allison su actual pareja había tenido que dar el primer paso para iniciar un romance, por que a pesar de haber sido un amor a primera vista -por las dos partes- , Juanpa nunca se atrevió a decirle absolutamente nada. Allison acababa de cumplir los veinticinco años, era mayor que su pareja pero eso no le importaba. Ella poseía una belleza exótica con un metro setenta y cinco de estatura, su pelo color negro y piel canela, mezclado con unos ojos felinos de color pardo y un cuerpo estilizado, la destacaba nítidamente del resto. Ella ingresó recién a comienzos de ciclo. Realizó su traslado por problemas en la universidad, un profesor la sedujo, según ella se produjo un escándalo mayúsculo dentro de la facultad, denunciándolo por acoso sexual y por dignidad optó en retirarse de ese centro de estudios.
Allison y Juanpa tenían un amigo en común, Javier Olarte, mejor conocido como Javi, un estudiante muy alegre, aplicado solamente en los momentos de diversión, que estudiaba ahí por insistencia de su padre - dueño de muchas empresas – el pensaba que debía cultivar la mente y aprender como manejar sus empresas, como extra el primer día de clases un auto japonés del año lo estaba esperando en la puerta de su casa, para que se transportara más cómodamente, ¡su padre pensaba en todo!

Sentados en un pequeño jardín de la universidad, se encontraban Juanpa y Javi.

- “A ese pata yo lo conocí en primer ciclo, era buena gente pero bien malogrado” dijo Javi despreocupado mientras botaba el humo de su cigarrillo en forma de aros, que se disolvían con el suave viento de otoño.
- “Si..., que pena lo que le pasó, con tremendo carro, que ladrón no iba estar interesado en tenerlo”
- “ Dicen que todavía no saben si fue para robarle o para enfriarlo, por que tu sabes que cuando estas metido en el mundo de la blanca, cualquier día amaneces más helado que pezuña de loco...”
- “Ja ja ja, ¡maldito! en estos momentos te pones a bromear, sus padres deben estar destrozados y tu acá hablando esas tonterías “ interrumpió Juanpa mientras se reía.
- “ Al que le toca le toca...”
- “¡Hola chicos! “ Interrumpió Allison y le dio un beso en la boca a Juanpa “ ¡Ya se deben haber enterado lo de ayer! “
- “ Más o menos, todo el mundo está hablando sobre la muerte de Braulio pero son puros chismes, nada concreto” respondió Juanpa
- “ ¿Sabes algo?, tu que eres tienes la chismografía bien desarrollada “ bromeó Javi
- “ Que gracioso... Si sigues en ese plan solo le voy a contar a Juanpa...”
- “ ya, ya “sorry”, cuenta nomás”
- “ Max me contó que...”
- “¿¿Max??, escucho que me hablas del famoso Max todo el día y justo en estos momentos lo tienes que nombrar?” se sobresaltó Juanpa.
- “¿De nuevo con esos arranques de celos? Creo que ya habíamos hablado sobre eso, ¿no?, además el conocía bien a Braulio” respondió enojada Allison
- “ Bueno, cuéntanos, después vamos a hablar...”
- “ ¿Ah si? Que miedo, anda a amenazar a tu...” Allison estaba a punto de explotar
- “¡Puta Madre! ¡Pelean después!, ya Allison cuéntanos” intervino justo a tiempo Javi
- “ Bueno..., Si no sabían Max era amigo de Braulio... – Allison solo miraba a Javi – esta mañana Max fue a buscarlo y se dio con esta sorpresa, su madre le contó todo llorando, le dijo que fue asaltado y lo mataron por no querer dar el carro. Bueno eso suponía su familia...”
- “ Eso ya lo sabemos...” dijo Juanpa en voz baja mientras miraba que pasaban dos alumnas muy bien dotadas, el las seguía con la mirada.
- “ Pero parece que esa no es la verdad... , Max me dice que parece que Braulio andaba metido en drogas, en algo grande y que ese asesinato fue un ajuste de cuentas. Ustedes sabían que Braulio aspiraba?”
- “ Si, ¡Claro! La gente malograda de la universidad ya sabía de que pie cojeaba, siempre le gustaba hacer unas encerronas bravas el fin de semana en su casa de la playa, ahí cuentan las malas lenguas que se ponía todo el polvo. ¡Uf! Que rico...” dijo Javi mientras aspiraba fuertemente el aire.
- “ ¿Oye Javi y tu no lo conociste? Por que tu no eres muy sano que digamos” volteó Juanpa
- “ No me acuerdo loco, en ese tipo de fiestas al otro día no sabes si hasta te acostaste con el perro de la casa “ dijo bromeando Javi

A diez metros de ahí estaba Max Pardo con su novia Gladis, Una rubia alta y escultural, Mariano y Renato que eran sus amigos también los acompañaban, parece que hablaban cosas muy importantes, sus caras los delataban.

lunes, mayo 29, 2006

Negocios Universitarios ( Capítulo 1 )

En algún lugar de la ciudad, en una zona residencial, donde los jardines parecen pequeños bosques y esos grandes árboles crean una penumbra perfecta, una sombra que podría ocultar fácilmente a un ladrón o a alguna pareja con bajos recursos para pagar una habitación de un hotel, se encontraba estacionado un auto deportivo de color negro, tenía las luces apagadas, como si tratara de pasar desapercibido, las lunas polarizadas no dejaban ver quien se encontraba en el interior, solo una pequeña abertura dejaba escapar suavemente el humo de un cigarrillo.
Otro automóvil rompe el silencio de esa tranquila calle y se detiene justo detrás del auto deportivo, las luces brillaban por su ausencia, estaban apagadas. El vehículo era sencillo, tal vez para no llamar la atención, por qué lo que iba a suceder en ese momento no era para nada licito, ese tipo de operaciones estaban penadas por la ley. Luego de unos segundos de espera, se abre la puerta del auto negro, desciende un joven no mayor de veintitrés años de edad, de tez blanca, llevaba puesta una casaca, unos jeans desteñidos y calzaba unas zapatillas, se notaba que el vestuario que llevaba no era corriente. En la mano derecha sostenía un sobre y en la otra tenía un cigarrillo que fumaba desesperadamente. Lentamente mirando para todas las direcciones se dirigió al otro auto, que en el interior lo esperaba una mujer, también joven.

- “Ho-hola, tienes la mochila?”
- “Si acá está, dame la plata y lárgate rápido de aquí”
- “Pe-pero está todo completo?”
- “Sí baboso, ¡arráncate te he dicho!”

El muchacho cogió la mochila y fue corriendo a su automóvil, puso primera y se fue.

Su sudoración aumentaba, la radio sonaba muy alto, esa música electrónica ensordecería a cualquiera que estuviera en el auto, pisaba el acelerador a fondo, las calles estaban vacías, su casa no estaba lejos, solo tenía que llegar rápido teniendo mucho cuidado de que no lo siguieran.
El reloj marcaba las doce y cuarto de la noche, los semáforos ya no son respetados por nadie, el auto pasaba sin detenerse en ninguno de ellos. Solo faltaba una cuadra para que esa noche se desvanezca en los sueños de aquel joven. Faltando tres casas para llegar, el control remoto presionado rápidamente, le da la señal a la puerta del garaje para que comience a abrirse, rápidamente el vehículo ya estaba dentro, ahora ya estaba todo cerrado y oscuro.
Algo se estaba moviendo por ahí, las sombras parecían estar cobrando vida, pero el joven aun no lo había notado.

- “¡Baja mierda! Y saca la maleta “

El sobresalto impactante, hicieron que los latidos del joven se aceleraran de trescientos kilómetros por hora, el infarto estaba próximo, el dolor en el pecho era muy fuerte, sus manos instintivamente se dirigieron a la altura del corazón, sus ojos cerrados y los dientes apretados eran señal de sufrimiento.
De un solo jalón fue sacado del auto, siendo arrojado al suelo.

- “Parece que nos vas a ahorrar una bala”
- “¡¡Grrraaaaaaahhhhh!!”
- “Mejor te damos un tiro chibolo”

El silenciador de la pistola estaba sobre su frente. Un sonido seco sería el ultimo recuerdo de aquel muchacho.

martes, mayo 23, 2006

La Gran Batalla

Tres mil hombres, cansados y hambrientos, atrincherados estaban, la orden era proteger la colina, defenderla con sus propias vidas, ellos lo ofrecerían todo por su país, o mejor dicho por los ineptos y corruptos gobernantes, esas inmundas lacras que tuvieron la gran idea de propiciar una guerra para enriquecerse, ellos serían los culpables de que los niños queden huérfanos de padre, en el mejor de los casos y se encargarían de dejar a las mujeres sin marido, total ese es el gran costo de una guerra.
El ruido de los cañones ya había empezado, como en los cinco días anteriores, el enemigo que les triplicaba en numero, diezmaba sus fuerzas, rompía sus barreras y solo sería cuestión de tiempo para que empiece el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, ese ritual tan salvaje, en el que se ofrecen miles de vidas humanas, en donde la vida no tiene ningún valor, ese momento en que las bayonetas se confunden con la carne y que son refrescadas con la sangre de gente inocente, esas personas guiadas por el amor a su tierra.
Al caer el sol, los cañonazos se acrecentaban más y más, haciendo imposible el descanso de las tropas, ese grupo de gente que se encontraba disminuida física y mentalmente. Hasta la luna los había abandonado, ni las estrellas estaban, en su reemplazo la neblina y el frío se habían apoderado de la noche, siendo preámbulo de una encarnizada batalla que empezaría al primer rayo de luz. Y así fue.

El ruido ensordecedor de la artillería abría paso al ejercito enemigo, que avanzaba a píe rápidamente, un ejercito numeroso, que poseía mejores armas, pero tenia mucha sed y hambre, pero de victoria, esa palabra que los lugareños desconocían. Mario, aún menor de edad, un chico de pueblo, que se había alistado en el ejercito para tener buena alimentación y una buena cama para dormir, para gozar de algunos beneficios del ejercito, por qué como el mismo decía, prefería morir a causa del enemigo y no por el hambre, iba a ser testigo del odio humano, ese sentimiento que nos convierte en seres inferiores a los animales.
El enemigo avanzaba rápidamente entre la vegetación que mezclada con el humo. Los hacía un blanco difícil y cuando la primera barricada se fijara bien, ya estarían en sus narices. Y así sucedió, miles de hombre estaban encima, peleando desigualmente, pero total, era una guerra. Sin ningún tipo de experiencia Mario peleaba por su vida, el amor a su tierra había desaparecido, podía ver como sus amigos caían a causa de alguna explosión o de algún bayonetazo acertado por el enemigo. El suelo estaba completamente inundado de sangre, de sangre de los dos bandos que a final de cuentas se estaban mezclando, esos dos pueblos hermanos estaban derramando sangre innecesariamente.

En un momento de gran arrojo heroico o de perfecta estupidez, Mario fue en busca del pabellón nacional que se encontraba en manos enemigas. A dos metros de ellos fue alcanzado por una bala en la pierna, que lo dejó inmovilizado por el tremendo impacto, parecía que le había quebrado el hueso. Un culatazo en el cráneo terminó con su vida. La misma suerte corrió absolutamente toda la gente que defendía la colina, más de siete mil hombres estaban ahí, teñidos en sangre. Pero ellos simplemente eran bajas, que serían reemplazadas por más hombres, hombres que amaran a su patria.

Años más adelante cuando la paz llegó, los campos de batalla fueron poblados y urbanizados. Hermosas casas se construyeron, gente muy alegre las habitó, los árboles crecieron, dando aire puro y fresco. Pero ahí siguen esos miles de hombres que siguen peleando esa eterna y maldita batalla.

jueves, mayo 18, 2006

El Doctor

A mediados de los años setenta, en un olvidado pueblo de la serranía sur del Perú, vivió Jaime, mejor conocido como el Doctorcito. El era un verdadero doctor, un verdadero padre y esposo, que sacrificando a su familia se traslado a un lugar donde solamente una ves la mano del gobierno se hizo presente, construyendo un hospital, si así se le podría llamar a ese horrible lugar que solo constaba de un ambiente, separado por algunas planchas de madera, algunas colchas que algunas veces servían de camas estiradas en el suelo arenoso, el inclemente frío se filtraba por todos los lugares, el sitio se hacía más tétrico en las noches donde solo la luz de unas pocas velas alumbraban, el lugar era para enfermarse con tan solo verlo. Los instrumentos médicos y las medicinas siempre eran donadas por algún hospital piadoso de la capital, las condiciones para el trabajo de un medico eran desfavorables. Ahí trabajaba Jaime, que siempre se las tenía que ingeniar para ganarle diariamente un par de almas a la muerte.

Una vez por semana durante diez años Jaime fue a visitar a su familia. El bus en el que viajaba tenía que sortear abismos, pistas de tierra, mal tiempo, en cada viaje la vida de los pasajeros estaba en juego. Lamentablemente era el único medio de transporte en esa época. En uno de esos viajes, mejor dicho, en el ultimo viaje que realizó Jaime para ver a sus seres más queridos, el viejo bus que llevaba alrededor de treinta pasajeros, se precipitó por un barranco, cayendo aparatosamente diez metros. Para suerte de muchos pasajeros, que sobrevivieron, pudieron escapar del interior del bus que se encontraba volteado, entre ellos se encontraba Jaime, ese doctor que mucho tiempo había estado salvando vidas. Ahora tenía un nuevo reto, sacar a los pasajeros atrapados de los asientos retorcidos. Una, dos, tres, diez personas heridas llegó a sacar, pero aún faltaban más. Los sobrevivientes que vieron atónitos ese acto de entrega, le advertían a Jaime de que el vehículo estaba derramando mucho combustible, ese sitio se iba a consumir en las llamas en cualquier momento, pero eso no le importo al Doctorcito, que ante el pedido de una anciana mujer para, volvió a entrar para rescatar a su nieta y en ese preciso instante, todo exploto, ante los ojos de todas esas personas que el había salvado.

Jaime era una persona muy fuerte y a pesar de aquella explosión pudo sobrevivir y quedar conciente. Su cuerpo estaba completamente achicharrado cuando lo llevaron al hospital más cercano, sus órganos internos también habían corrido la misma suerte, sus ojos estaban inservibles, el ahora estaba ciego. Sus parientes inmediatamente se trasladaron para ver en que situación se encontraba, dándose con esa desoladora imagen de Jaime, que aún podía hablar. El simplemente les pedía un vaso de leche, un simple vaso que con su experiencia médica le iba a dar el diagnóstico final. Al momento de tomarlo todo y después de unos segundos devolverlo, la pregunta de el fue de que color había arrojado la leche, si estaba blanca aún podría vivir y si salía negra era que su vida se acabaría en unas pocas horas. El liquido que había expulsado era completamente negro y las personas que lo rodeaban no tuvieron el valor de decírselo, al contrario, ellos le dijeron que había salido blanca. La alegría de Jaime fue inmensa al escuchar que era blanca. ¡Voy a vivir! exclamó

El doctorcito perdió la batalla en menos de dos horas, parece que la muerte lo estaba reclamando hace muchos años atrás, las personas que había salvado, esas almas arrancadas de sus manos, fueron motivo para que la muerte lo siguiera. Las últimas horas de Jaime fueron de mucho sufrimiento, su quemado cuerpo no resistiría más, pero su alma aún permanecía intacta. El nunca pensó convertirse en héroe, simplemente esa verdadera vocación de servicio, lo arrastro a eso, a ayudar desinteresadamente a la gente, sin nada a cambio.
La gente aún lo recuerda en aquel pueblo y siempre será recordado como el Doctor que se convirtió en Héroe.

miércoles, mayo 17, 2006

El planeta muerto (Parte 5)

Lo que divisó fue una pequeña construcción, algo así como un refugio construido con un extraño metal. Alguien había llegado antes que ellos, pero Crano no tenía la seguridad que existiera algún ser viviente ahí. Luego de bajar por el otro lado de la montaña, hacia el valle, el camino sería de diez kilómetros en línea recta. Cuando estaba próximo a esa extraña construcción, las piernas de Crano le ordenaron seguir la marcha más rápido, ahora corría. A pocos metros pudo constatar que el sitio era real, tan real como habían sido los asesinatos a sus amigos, tan real como el hambre que sentía, tan real como ese maldito planeta.
Crano podría comunicarse telepáticamente con cualquier tipo de inteligencia avanzada en un radio de diez metros, pero parecía que el material con que estaba construida esa estructura se lo impedía, así que golpeó unas cuantas veces la puerta herméticamente cerrada.
Luego de unos cuantos segundos de espera, la puerta se deslizo, pero no salió nadie. Parecía que lo estaban invitando a entrar. Crano no tenía otra opción que entrar, y así lo hizo.
El lugar estaba iluminado y fresco. Se veían aparatos muy sofisticados, pero que Crano no conocía. El desorden y el polvo reinaban ahí.

- “¿Quien eres tu?” Se comunicó telepáticamente un ser que estaba saliendo de otro ambiente.
- “Soy Crano, vine desde muy lejos con un equipo de colonizadores para poblar este planeta, pero ellos ya están muertos. ¿Quién eres tu? “ dijo Crano y poniendo una mirada atónita cuando vio a ese ser, muy parecido a el, algo más bajo, se parecía a un humano
- “Soy una creación del profesor Galileo, el era un científico ermitaño, proveniente de la tierra, que tratando de escapar de todo tipo de civilización se aventuró por el espacio en busca de planetas propicios para la vida, en los cuales el podría experimentar con plena libertad. Llegó aquí hace más de veinte años, tiempo en el cual empezó a trabajar en un proyecto genético. El empezó a experimentar con insectos propios del planeta, muchos de ellos tenían habilidades que llamaron la atención del profesor desde un primer momento. Pero el insecto que más le impacto fue uno que se alimentaba simplemente de energía, la energía solar lo alimentaba, pero también podía extraer la energía de seres vivos. Era raro verlos, no existían muchos, por lo tanto no serían un peligro para el ecosistema. “

Crano no podía creer lo que le estaba diciendo ese ser, parecía que el profesor Galileo lo había programado para que le de esa información a cualquier ser inteligente que lo encontrara.

- “ El profesor se empezó a dar cuenta de que necesitaba ayuda en ese planeta, entonces creó una especie de hombres insectos llamados Marcus. El los creó combinando genéticamente las células de ese insecto con las de los humanos. Demoró muchos años para que fueran perfeccionados, yo soy Marcos 5 , existieron cuatro antes que yo, pero no vivieron ni un solo día. Mi desarrollo se produjo a pasos agigantados. Pero algo se salió de las manos del profesor, siendo yo un ser que se alimentaba de energía pura, empecé a absorber todo lo que tenía a mi paso, animales, plantas, insectos, absolutamente todo”
- “Y donde se encuentra el profesor Galileo?
- “A el también lo absorbí. Yo fui concebido para hacer el bien por el profesor, pero como todo lo que inventa el ser humano, muchas cosas que son para su bienestar y luego se salen de sus manos, convirtiéndose en armas muy destructivas. Al cabo de pocos años absorbí toda la energía del planeta, dejándolo muerto. Ahora vivo con la simple energía solar.”
- “ ¿El profesor no te dijo que no era bueno matar?” Crano meditó por un segundo en lo que había dicho.
- “ El profesor simplemente me educo para mantenerme con vida y eso he hecho desde que fui creado” Ahora Marcus 5 estaba mirando fijamente a Crano
- “ No creerás que yo soy tu comida no?” dijo Crano mientras trataba de desenfundar su arma
- “ Simplemente absorberé toda tu energía, no será doloroso”

Marcus 5 se acercaba lentamente. En la desesperación Crano disparó, pero sin ningún efecto, la energía de ese rayo había sido asimilada por su cuerpo increíblemente. El proceso de absorción de energía estaba empezando. No necesitaba tocarlo. Crano calló al suelo sintiendo que algo salía de el. Los recuerdos buenos y malos invadieron su mente, la escuela, el viaje, los compañeros que había matado para sobrevivir y exactamente ese ser hacía lo mismo, matarlo para poder vivir.

Pero algo empezó a pasar, algo que el profesor Galileo no había previsto o tal vez si. Mientras Marcus 5 chupaba toda la energía vital de Crano también se iba debilitando. Los dos estaban muriendo simultáneamente.
El profesor Galileo experimentó con ese insecto que se alimentaba solo de buenas energías, porque en ese planeta no existía ningún tipo de maldad. Una energía jamás conocida en ese planeta.
Marcus 5 fue creado con esa clase de células. Y cuando el profesor fue absorbido por el, no estaba cargado por ningún tipo de pensamiento negativo, en cambio Crano si tenía esa energía mala, producida por la muerte de sus amigos, matándolos sabiendo que iba en contra de su naturaleza.

Ahí estaban tendidos en el suelo Crano y Marcus 5. Ya no tenían vida. Una vez más la mano del hombre había creado algo tan fascinante para la ciencia pero tan destructivo para el universo.

martes, mayo 16, 2006

El planeta muerto (Parte 4)

Al abrir la compuerta el primero en bajar fue Rocno que era seguido muy de cerca por Crano, que no dejaba de apuntarle.

- “¿Recuerdas cuando en la escuela nos dijeron que sobrevivir consistía en matar o morir?”
- “¿Piensas aniquilarme en este mismo instante para vivir más tiempo?, ¡entonces hazlo de una vez por todas!?
- “No Rocno, el más indicado aquí en morir es Furka”
- “¿¡Furka!?”
- “Sí, lamentablemente el es un ser herbívoro y simplemente el perdería la vida tarde o temprano por falta de plantas, ni nosotros le serviríamos de alimento, además podríamos procesar su carne y sus fluidos para mantenernos vivos por un tiempo más en este planeta” Dijo fríamente Crano
- “¡No lo puedo creer!
- “Piénsalo bien, tenemos que matarlo. No podemos esperar a que muera por que tal vez todos juntos perdamos la vida en unos días más. – Crano hizo una pequeña pausa mirando fijamente los ojos de Rocno”
- “Creo que tienes razón, pero lo harás tu solo, no quiero tener nada que ver en esto”
- “No te preocupes”

Con ese trato las horas de Furka estaban contadas. Crano tendría que aniquilarlo sin tener ningún pensamiento negativo, simplemente apretar el gatillo y esperar a que el rayo mortal haga su trabajo.

Así sucedió, al momento que llegaron a la base, Furka salió a recibirlos para saber si tenían buenas noticias. Crano fue el primero en bajar y sin previo aviso, disparó.
Crano y Furka procesaron su cuerpo y pudieron esquivar una muerte segura por inanición. Sin querer, el espíritu aventurero y la circunstancias habían convertido a Crano en un asesino a sangre fría.


Aún les quedaba una parte de ese planeta sin explorar, así que alistaron todo y volaron hacia esa zona. Una zona llena de inmensas montañas de roca que difícilmente iban a poder pasar con la nave por ahí. Tendrían hacer ese recorrido a pie, arriesgando la vida, por que a parte de lo agreste del terreno, la comida y bebida procesadas del cuerpo de Furka se acabarían en menos de un mes, tiempo que quedaría corto para explorar toda la extensión del terreno.

Equipados con livianos y modernos equipos para el reconocimiento a pie, pudieron escalar las montañas rocosas, pero sin ningún tipo de resultado, todo el panorama por donde lo miraras era idéntico.

- “ Crano, ahora si estamos perdidos”
- “ Yo no me voy a dar por vencido, hasta el ultimo minuto que me quede de vida ¡seguiré en pie! “
- “Solo tenemos provisiones para un par de días, después...”

Crano pensó unos cuantos minutos y luego habló

- “ Escalemos esa montaña, desde ahí podremos divisar lo que nos falta del terreno”
- “ ¡Será inútil!, yo tengo una mejor idea, peleemos hasta la muerte, como dos animales, así uno de los dos sobrevivirá” dijo fuera de control Rocno

Rocno se lanzó directamente al cuello de Crano, sabía que era su única opción por que el no tenía ningún tipo de arma.
Con un rápido movimiento Crano logró desestabilizar a Rocno, haciéndole caer el suelo, sin pensarlo dos veces Crano pateó la arena con dirección a los ojos de su compañero. Rocno estaba perdido, no podía ver. Tratando de golpear sin ninguna dirección Rocno se aferraba a la vida. Aún quería vivir.


- “Lo siento amigo”

Un rayo fulminante atravesó su pecho.

Crano aún podía comer, pero estaba solo, solo con los recuerdos de sus compañeros muertos, que el había matado como si fueran unos animales. Crano se sentía un maldito, un desgraciado que sería llevado por la muerte, solo era cuestión de tiempo. Solo debía constatar que ese planeta estaba completamente muerto, así que se dispuso a escalar la montaña. Cuando llegó una pequeña meseta, extenuado, prácticamente al borde de la muerte, levantó la mirada y vio un valle, un valle desértico. Algo brillaba a lo lejos.

- “¿Qué es eso?, ¿acaso estaré delirando? ¿Será un efecto óptico? “

Inmediatamente cogió un aparato muy parecido a los prismáticos usados en la tierra, pero con mucho mayor alcance y que le indicaban exactamente a cuantos metros o kilómetros se encontraba su objetivo.

- “¡ESTOY SALVADO!”

lunes, mayo 15, 2006

El planeta muerto (Parte 3)

La cantidad de alimentos que llevaban, fue calculada para que sobrevivan durante tres meses, luego con los recursos del planeta que se suponía era rico en plantas, animales y líquidos, podrían vivir tranquilamente mientras se encargaban de cumplir con su misión que era la de poblar el planeta con seres de esas tres especies.
Ellos tenían en la nave infinidad de aparatos que les ayudarían a la exploración, naves, excavadoras, buscadores de todo tipo de material. Ahora tendrían que usar esa tecnología para salvarles la vida. Así pararon tres meses buscando por todo el planeta algún indicio de vida.

Rocna y Furka partieron en una misión de reconocimiento en una nave, mientras Crano se había quedado en la nave tratando de analizar el subsuelo para ver si habían en el planeta elementos líquidos que sus cuerpos aceptarían

- “ Furka ves algo? “ Dijo Rocna mientras piloteaba una nave de reconocimiento
- “ Los indicadores me muestran que todo está muerto, como lo que hemos visto en los tres últimos meses” Respondió Furka
- “Hemos racionado muy bien los alimentos, pero están a punto de terminarse y este planeta no tiene absolutamente nada. Desde que llegamos ni siquiera ha llovido y todo el planeta es absolutamente igual.” Habló preocupado Rocna
- “¡Regresemos! que nuevamente no hemos encontrado nada” Dijo el resignado Furka

Esa magnifica tecnología nos les servía de nada, hubieran dado hasta un brazo con tal de poder cambiar una pequeña nave por comida. Rocno se alimentaba simplemente de cualquier liquido, Furka era herbívoro y Crano carnívoro. Ningún elemento del planeta era útil para sus organismos, a menos que ellos pudieran procesar las rocas o la arena, era imposible.


- “ Esta es mi ultima barra de alimento vegetal muchachos, en unos tres días seremos parte de este planeta.” Dijo Furka
- “Tienes razón el líquido alimenticio se me acaba hoy también, mi cuerpo se deshidratará más rápidamente que el de ustedes, ¡espero que me den buena sepultura!” Bromeó Rocno
- “Debemos aguantar, no nos podemos dar por vencidos hasta el día que estemos completamente débiles y que ya no podamos caminar “ Crano les dio aliento, que hace un día ya no tenía ningún tipo de alimentos.

En un par de días ya estaban a punto de la muerte, su cuerpo simplemente les pedía descanso, no podían moverse mucho para economizar energías. En el silencio de la profunda noche, una noche sumamente oscura, sin la compañía de una luna, de la que ese planeta no era poseedor. Estaba ahí Crano pensando fríamente en lo que había aprendido en las clases de supervivencia.

- “¡Matar o Morir!“ Dijo convencidamente el agresivo instructor, que era un pequeño ser de un planeta ubicado el la constelación Centauro.
- “¿Matar al enemigo?” Dijo Crano
- “Al enemigo efectivamente muchacho, pero hay casos extremos en los que personas que no te odian podrían hacerte daño, simplemente por el hecho de vivir.”
- “ Explíqueme bien eso señor”
- “¿Que pasaría si estas en un lugar y no hay ningún tipo de alimento?, seguro preferirías morir antes de matar a tus compañeros, pero a veces la naturaleza en casos extremos nos obliga a reaccionar como simples animales “

Al otro día Crano ordenó a Rocno que lo acompañe en la nave para hacer un nuevo reconocimiento de la zona, dejando a cargo del monitoreo a Furka. Cuando abordaron la nave Rocno tomó los controles y Crano se ubicó atrás de el. Los dos iban completamente callados y Rocno pensó que esa orden de ir en la nave en busca de alguna esperanza era producto del delirio a causa de la falta de comida.

- “¡Rocno!” la sensibilidad telepática de Rocno hizo que volteara rápidamente

Ahí estaba Crano apuntándole con una pequeña arma, pero muy letal.

- “¡Desciende ahora mismo! Tengo que decirte algo “

sábado, mayo 13, 2006

El planeta muerto (Parte 2)

Un dispositivo que estaba dentro de cada cápsula despertó a los tres exploradores de su prolongado sueño. Cuatro años habían estado en manos de un piloto automático, que por suerte los había guiado exitosamente al punto indicado.


- “Que viaje tan corto, tuve la sensación de haber estado dormido un par de minutos, así da gusto recorrer la galaxia” Dijo Furka estirándose
- “ Pura ilusión, ahora somos cuatro años más viejos” bromeó Rocno mientras abría los ojos
- “ Bueno señores, la primera parte de nuestra misión está a punto de ser concluida con éxito, primero tenemos que verificar si estamos en el lugar indicado. ¡ Furka! toma el mando de la nave , ¡Rocno! enciende el visor para constatar si el planeta es el mismo que tenemos documentado” ordenó Crano

La nave no disponía de lunas para tener visión del exterior, pero si contaba con un sistema sofisticado de visión externa, que les permitía ver a miles de kilómetros de distancia una pequeña roca como si estuviera en sus narices. Al mirar Furka los monitores vio un planeta con coloración ocre, parecía un planeta muerto, sin vida. Si Furka no recordaba mal, en las imágenes que habían visto antes de partir, el planeta tenia una coloración verdosa. Algo raro estaba pasando


- “ Señor, creo que debe ver esto” Dijo preocupado Furka a Crano
- “ Malas noticias?”
- “ Muy malas – Dijo Furka mientras buscaba la imagen proporcionada por los altos mandos antes de la misión- parece que llegamos al lugar equivocado”
- “ ¡Maldición! Que estas hablando Furka, esta computadora no se equivoca nunca, ¡muéstrame las dos imágenes!” Dijo Crano furioso
- “ Tienen un aspecto muy parecido, pero...” Dijo Furka mientras mostraba las dos fotos
- “¡Rocno! ¿Las coordenadas son las correctas?, Quiero que me indiques las dimensiones de ese planeta”
- “Según lo que me muestra la bitácora de vuelo estamos en las coordenadas precisas y las dimensiones coinciden perfectamente con las del otro planeta” Contestó rápidamente Rocno
- “¿Que tiempo hemos viajado?”
- “Los cuatro años indicados señor”

Se encontraban en el lugar exacto, pero el planeta parecía inerte, sin ningún tipo de vida.

-“En cuatro años no se puede extinguir la vida en un planeta, algo salió mal” Pensó Crano

Crano tenía en mente concluir con éxito su misión, para eso había sido entrenado.

- “¡Prepárense a entrar a la atmósfera del planeta! Luego volaremos para analizar si hay rastro de vida ahí.”
- “¡QUE! -Se le abrieron los ojos a Rocno- ¡Estamos perdidos!, los controles me indican que estamos sin combustible nuclear, solo nos queda un poco para aterrizar, luego la nave no se podrá mover y dudo mucho que en este planeta podamos procesar un combustible así”

Los tipos de combustión habían evolucionado mucho. La energía cósmica era suficiente para mover prácticamente todos los vehículos inventados por todas las civilizaciones, pero los tipos de naves cruceros para hacer viajes tan largos como el que ellos habían realizado, funcionaba con otro tipo de energía. Era una energía nuclear perfeccionada, que bien empleada podría mover pesos inimaginables a veinte veces la velocidad de la luz. Era más potente que la energía cósmica pero muy inestable.

- “ ¡Que estas hablando!, ¡tenemos suficiente energía para hacer cuatro viajes de estos! “
- “Parece que no señor” Respondió Rocno
- “¿Y el sistema de comunicación intergaláctica?”
- “Parece que una rara lluvia electromagnética nos golpeó mientras hibernábamos y descompuso todas nuestras comunicaciones” Dijo resignado Rocno
- “!NOS ENVIARON A LA MUERTE! Gritó Crano mientras miraba el indicador de combustible.

En ese instante la nave descendía suavemente en la superficie arenosa del planeta

viernes, mayo 12, 2006

El planeta muerto (Parte 1)

Cuando por fin los seres inteligentes de muchas galaxias – incluyendo la de la tierra - pudieron convivir juntos y compartieron sus conocimientos para aventurarse a explorar y colonizar planetas adecuados para la extracción de recursos, muchos seres fueron entrenados para la supervivencia en lugares donde no existía ningún tipo de alimento o sustancia que los pudiera mantener con vida. Este fue el caso de tres exploradores intergalácticos que en su afán de conocer nuevos mundos se alistaron en la escuela de “Colonos del espacio “.

Rocno procedente de la constelación “Cetus” y habitante del planeta “Ceti”, es un ser con forma humanoide, pero con una piel tan dura como una roca, pero extraordinariamente flexible y ligera. Su rostro consta de dos ojos muy grande – el doble de los humanos – , no posee nariz, por que en los lados laterales de su cuello posee un sistema de respiración muy parecido al de los peces terricolas, pero que les permite vivir en tierra, filtrando el aire y transformándolo en una especie de gas que corre por todo su organismo. Su boca, es un simple orificio ya que su alimentación es solamente líquida. Su tipo de reproducción es como la de los mamíferos humanos, necesitan una hembra para reproducirse, pero sus crías ven la luz a los dos meses del tiempo terrestre y teniendo como expectativas de vida los 120 años terrestres.

Furka procedente de la constelación “Linx” y morador del planeta verde “Alea” . Su organismo simplemente le exige alimentarse de plantas, que por cuestiones de evolución poseen un hocico de unos cuarenta centímetros, sus ojos poseen una visión de gran angular, parecida a la de muchos insectos, su audición esta súper desarrollada por que poseen orejas en forma cilíndrica que sobresalen a cinco centímetros por los lados laterales de su cabeza . Es un ser repugnante a simple vista, con brazos y piernas retráctiles que solo salen a la superficie cuando las necesita y puede graduar el tamaño de sus extremidades de acuerdo a las circunstancias. Su tiempo de vida es de 50 años.

Crano procedente de la antigua constelación de “Leo” de un planeta que se sabe poco, por que fue destruido hace millones de años por sus habitantes, a causa de las constantes guerras. Desde ese entonces simplemente viven en planetas ricos en animales que les permiten alimentarse. A simple vista son idénticos a los humanos, con la ligera diferencia que ellos pueden llegar a medir un poco mas de los dos metros y medio de altura, en todos los demás aspectos son iguales.

Debo decir que la forma de comunicación intergaláctica es la telepatía. De esta forma no existe ningún tipo de idioma hablado.

Luego de graduarse de la escuela Crano, Furka y Rocno, son enviados a un planeta ubicado en una constelación aún inexplorada. Según las informaciones visuales que poseían era un lugar rico en vegetación, animales, minerales . Un planeta muy parecido a la tierra.
Su misión consistía en colonizar ese planeta con seres de sus tres especies, ellos usarían la ingeniería genética para reproducirlos en masa y así en unos cuantos años tener prácticamente la mitad del planeta poblado y siendo aprovechado. Era un viaje largo que iba a durar alrededor de cuatro años terrestres. Viajarían en unas cápsulas de hibernación, ellos dormirían durante todo el viaje y al despertar habrían llegado a su destino, que estaba programado en la computadora de su nave.

- “Los veo nerviosos” Dijo Crano mirando a sus dos compañeros.
- “Es la primera ves que partimos a una misión tan importante – Dijo Furka mientras se alistaba para hibernar- además dudo que lo que nos enseñaron en la escuela nos sirva de mucho en este planeta”
- “Esperemos que todo salga bien” Agregó Rocno nerviosamente
- “Bien, programen sus cápsulas que estamos a punto de despegar” Ordenó Crano antes de cerrar su compartimiento.


Así su nave se dirigió a ese lejano planeta, que sería su hogar por mucho tiempo, tal vez sería el ultimo.

martes, mayo 09, 2006

La rutina

Levantarse antes de que el sol asome, no era problema para Arturo, que a sus cincuenta años de edad y con treintidos años laborando, parecía como si cada día fuera el primero. Por cuestiones de la vida no había podido formar una familia, motivo por el cual vivía solo en un cómodo departamento alquilado, ubicado en una zona residencial de la capital. Luego de levantarse, tomar una despertadora ducha e ingerir los primeros alimentos del jornal – un café y un par de tostadas, acompañados de un cigarrillo- Arturo salía puntualmente a su segundo hogar, su trabajo.
En camino y manejando su auto Toyota Corolla del año – que aún lo seguía pagando- fácilmente se fumaba un par de tabacos más, que ese era el hábito que había sido transmitido de generación en generación en su familia.

Al llegar al banco, que era su centro de labores -ese sitio que le había dado muchas oportunidades en la vida, pero que hace unos cuantos años lo había convertido en un autómata total- y ser saludado por su secretaria, se dirigía directamente a su oficina, un espacio privado muy acogedor, decorado con un par de cuadros originales, un escritorio hecho con una madera muy fina, también tenía la suerte de tener una confortable silla giratoria, que le permitía tomar una exquisita siesta luego del almuerzo. Para realizar mejor su trabajo – tenía un cargo en la gerencia- le habían proporcionado una computadora de ultima generación. Era una persona afortunada.

Luego de salir del trabajo y con diez puchos apagados en el cenicero de su oficina – era uno de los pocos privilegiados que podía fumar en el recinto bancario- se dirigía a su departamento para ver un poco de televisión y descansar. Así era la vida de Arturo todos los días de la semana.
En sus días libres se daba tiempo para salir con los amigos y con alguna que otra eventual conquista – que simplemente quedaba en una nocturna aventura- , esos días eran los de mayor desembolso, que su buen sueldo y su gran cantidad de tarjetas de crédito le permitían. Pero el había hecho un mal calculo, ya no era un joven de veinticinco años, en que podía andar por la vida sin pensar en el futuro, por que el tiempo era cruel y también lo podían ser sus empleadores.

Para su mala suerte, una noticia cambiaría su rutina permanentemente, la administración del banco había cambiado. Con un puesto de suma confianza, su despido solo era cuestión de tiempo. Para su tranquilidad, con tantos años laborando, le correspondía una fuerte indemnización, que le ayudaría a mantener el status social del que gozaba.
Pero la nueva administración tenia en mente otra cosa. A los cuantos días le fueron otorgadas cuatro semanas de vacaciones. Obviamente se iban a encargar de hacerle una exhaustiva auditoria para poder comprobar algún desfalco al banco y si no encontraban ninguna prueba, ellos se la sembrarían.

De vuelta de sus angustiantes vacaciones, Arturo era prácticamente un desconocido, ya nadie lo saludaba, solo escuchaba cuchicheos, solo miradas acusadoras, segundos más tarde sería guiado por miembros de seguridad al despacho del gerente general para que personalmente le diera la noticia, sería despedido, sin ningún beneficio. Pruebas y más pruebas que dejaron mudo a Arturo, no podía comprobar nada. El gerente le ofreció solo una salida, que se retirara del banco sin decir una sola palabra y le perdonarían una denuncia penal por robo. El mundo en que había vivido por años se derrumbaba sin previo aviso.

El pago del departamento, su automóvil, cinco tarjetas de crédito, lo ahorcaron instantáneamente. Simplemente perdió todo lo material por la crueldad humana, por esa envidia y maldad que reina en el sistema. Ese era el precio que debía pagar por no prever el futuro.
Su departamento lo perdería en un mes más. Con el poco dinero que le quedaba pudo alimentar su vicio, se encerraría hasta el final de los días, no volvería a ver la luz del día, solo cuatro paredes, comenzando así su rutina final.

viernes, mayo 05, 2006

Salto a la Eternidad

Cuando trataron de detenerlo ya era demasiado tarde, Ignacio ya había saltado.

Cuando el era muy pequeño, tuvo que experimentar en carne propia la pesadilla más grande de un niño, perder a su padre. Por azares del destino su padre daría el ultimo suspiro ofreciéndole un fuerte abrazo. Las graves heridas causadas por un accidente automovilístico no le iban a permitir estar cerca de su familia, que a parte de Ignacio estaba conformada por su Esposa y una hija.

Su madre, una persona que no podía dejarse abatir por la perdida de su marido, salió adelante, dándole lo mejor su hermana y a el. Ella también fue madre y padre. Tarea casi imposible por que sus hijos aún no olvidaban esa figura paterna que habían tenido desde que abrieron los ojos por primera vez.
Amalia como se llamaba su hermana mayor, creció sin rumbo, rebelde, con calificaciones en la escuela muy bajas. Ya en la adolescencia, inconscientemente trataba de suplir la carencia de una figura paterna buscando parejas mucho mayores que ella. Eso no le parecía bien a Ignacio que en ningún momento dudo en fajarse a golpes con cualquier pretendiente o enamorado que osara pisar la puerta de su casa.

En el colegio Ignacio tampoco fue un excelente estudiante, pero tenía el don innato para ser líder. Desde muy pequeño fue así, siempre muy extrovertido, gracioso, travieso. También era uno de los mejores futbolistas en la escuela, que con alguna picardía suya siempre ayudaba a ganar muchos de los partidos del campeonato escolar.
A parte de ser exitoso en el deporte, no le iba mal con el sexo opuesto. Parece que su porte atlético y su increíble seguridad lo hacían uno de los chicos más deseados en la escuela. Pero solo en el ultimo año de estudios se le conoció una pareja estable. Rompiendo esa relación poco después de salir del colegio

Al estar ahí, suspendido en el aire y ante una caída libre mortal, Ignacio solo pudo pensar en su familia y en que no había marcha atrás, en que con esa fortaleza y valentía que lo caracterizaban iba a superar esa mala decisión. Ya no había opción a arrepentirse, simplemente era cuestión de segundo.Cuando el piso estaba próximo el alma de Ignacio se desprendió de su cuerpo, dejándolo simplemente caer estrepitosamente contra el piso. Su padre con una tierna sonrisa le dio la bienvenida y así Ignacio empezó a vivir nuevamente.

jueves, mayo 04, 2006

El Pacto (Parte 4)

- “Deseo que en los próximos veinte años dejes de reinar en la tierra, que simplemente reine la paz entre los hombres, que la maldad desaparezca en ese lapso de tiempo. Ese es mi único pedido” Dijo firmemente Felipe

Una risa burlona se dibujó en el rostro de Lucifer, un deseo raro había pronunciado Felipe, un pedido que en millones de años en la tierra no se lo habían hecho, generalmente los hombres desean tener el dominio de los otros seres que los rodean, su ego los domina, la codicia corrompe sus almas, los placeres carnales simplemente los tienta y acuden a el.

- “Muchacho, ¿estas seguro que quieres eso?, no quieres pedir algo que te beneficie, puedes tener más que eso. El mundo absolutamente puede ser tuyo. Entregarías tu alma por otros, eso quieres?”
- “Si” contestó simplemente Felipe

El pacto no tenia ninguna cláusula en contra de eso, el tenía que cumplir con ese insólito deseo, veinte años serían un abrir y cerrar de ojos para Lucifer.

- “Que así sea muchacho, Cuando despiertes, yo me habré ido de este mundo, pero luego de veinte años volveré a llevarte y tu alma me pertenecerá. Hasta entonces”

El había desaparecido.


Todo parecía un sueño, los tres inseparables amigos no se volvieron a ver nunca más, cada quien tomo su rumbo. Felipe, dejó la mala vida, hacer el mal ya no “estaba de moda”, se dedicó al trabajo, luego formó una familia, después nació su única hija, el seguía siendo humilde, su cuenta bancaria no existía, pero el parecía feliz.
“Pinza” compró una isla en algún lugar del planeta. La bebida, las drogas, el sexo, no le faltaban. Con tanta riqueza llegó a olvidar lo ocurrido en esa pequeña cabaña.
“Loro” a parte de tener mucha riqueza, dominaba a la gente, a esa gente que por deseo de Felipe, no tenían maldad y eran manipulados fácilmente. La vida de “Loro” era envidiable, lo tenía todo.

Pero como el tiempo no perdona y Lucifer tampoco. Pasaron los veinte años, esos años de paz y amor mundial habían llegado a su fin.
Lo que no habían previsto “El Pinza” y “Loro” era que su vida terminaría en ese lapso de tiempo, repentinamente perdieron su fantástica vida y sus almas también. “Pinza” murió en manos de una amante celosa, al no soportar verlo fornicar con cuanta mujer se presentara en su camino. “Loro” fue infectado por una extraña enfermedad fulminante, que lo consumió en cuestión de horas.

Felipe sabía su destino. Era una fría noche de invierno, las grises nubes habían atrapado la luna, provocando que las tinieblas reinaran. El viento corría fuerte, algo insólito para esa ciudad, los perros aullaban, como si presintieran algo. La casa de Felipe estaba ubicada encima de un cerro, el panorama en la noche se hacía hermoso, se podía ver prácticamente toda la ciudad desde ahí. Para que su familia no experimentara ese terror de ver al diablo en persona, Felipe salió a caminar, hasta llegar al borde del cerro. Ahí estaba el, mirando esa ciudad llena de luz, esa ciudad que lo había visto nacer, lo había visto hacer el mal y donde años después haría el bien. Ese lugar donde trabajaría tenazmente y en armonía, donde habitaba gente buena y que solo se transformaban en malas por las circunstancias. Ahí estaba el.

- “Te demoraste, te estaba esperando” dijo Felipe al sentir una presencia.
- “Tu hora ha llegado Felipe, igual que la de tus amigos, ahora están en mi reino. Pero primero quiero preguntarte algo, ¿Por qué pediste ese pobre deseo?”
- “Sabía que me lo preguntarías en su momento. Yo ya estaba condenado mucho antes de llamarte, pero cuando estaba ahí parado en esa cabaña, quise hacer el bien, por única vez en mi vida, quise ver si alguien con el corazón lleno de odio y de ira podía cambiar el mundo. Por que yo me consideraba un demonio, pero sin poderes, sin esos poderes que tu si poses, así que traté de usarte. Y así lo hice, por única vez hicimos el bien”
- “¿Entonces ofreciste tu alma a cambio de la felicidad del resto?”
- “Sí y no me arrepiento. Ahora llévame como habíamos pactado”

Felipe se había marchado.

martes, mayo 02, 2006

El Pacto (Parte 3)

Estaban ahí parados, con una simple trusa negra que los cubría, el frío les carcomía los huesos, temblaban y temblaban, no solo era el frío, la incertidumbre y el miedo a lo desconocido también les obligaba a tiritar.
El Lugar solo estaba alumbrado con velas, el ambiente le hubiera puesto los pelos de punta a cualquier ser humano
- “No se por que mierda estamos acá Felipe. Si me agarra una pulmonía te mato cuando me recupere” Dijo el asustado “Pinza”
- “Hay que empezar rápido, antes que entremos en shock por el frío” Agregó “Loro”
- “¡Ya carajo! Cuando cuente tres empezamos a recitar seis veces la frase” Hablo Felipe

Uno, Dos y Tres…

Señor oscuro invocamos tu presencia
Señor oscuro acompáñanos
Señor oscuro te saludamos
Señor Oscuro Preséntate

Al terminar de decir la frase por sexta vez. Escucharon tres golpes a la puerta. Estaban paralizados, el miedo estaba en el ambiente. Ya no tenían marcha atrás, solo debían abrir la puerta y ver quien se iba a presentar ahí. A que ser maligno habían invocado para que les cumpla sus más bajos deseos terrenales.

- “ Felipe, abre tu “ se escuchó la voz de “Loro”

Sin decir palabra alguna Felipe se aproximo a la puerta y la abrió. De un solo salto se alejó de la puerta que quedo abierta. Se podía ver la sombra de una persona de mediana estatura que se acercaba. Al llegar a la entrada aún no lo podían visualizar perfectamente, parecía una persona normal y no un demonio, no tenía ninguna cola, tampoco patas de chivo, ni cachos. La persona cerró la puerta y se puso al frente, donde estaba ubicada la estrella hecha con cuerda de cola de burro. A la luz de las velas lo pudieron ver claramente, era una persona con aspecto indígena, con una vestimenta propia de la gente que habita en los andes. Tenía la cabeza descubierta y estaba vestido con un poncho colorido.

- “¿Quien ha osado llamarme?”

El silencio era sepulcral, ninguno podía articular palabras, el tiritar de sus cuerpos había cesado, ahora estaban tiesos, la voz imponente de ese hombre no iba con su cuerpo.

- “¿Quien ha osado llamarme?” Volvió a repetir
Le correspondía contestar a Felipe esa pregunta, el lo sabía, pero el terror que estaban experimentando era descomunal, ni el miedo que tenían a ser encerrados en la prisión era para nada comparable.
- “Nosotros tres lo hemos invocado señor” dijo con voz sumisa Felipe

Inmediatamente ese extraño demonio los miró uno a uno, como analizando la maldad que llevaban, como deseando atrapar eternamente esas almas que calificaban con honores a sufrir eternamente. Su penetrante mirada los había hipnotizado, era algo imposible mirarlo fijamente.

- “¿Ustedes saben quien soy?”

El silencio se encargó de responderle

- “No soy cualquier demonio señores, Lucifer los ha visitado. Siento su terror, pero yo les puedo dar lo que me pidan, les puedo dar la mayor riqueza, les puedo dar poder, puedo saciar todo lo que la carne puede desear. Lo único que les pido es su alma que es algo insignificante para el gozo que van a tener en este podrido mundo, lleno de injusticias, lleno de sufrimiento. Solo pidan “

Estaban entre la espada y la pared, no podían salir corriendo, por que seguro podría terminar su vida en ese instante, solo tenían que pedir, era algo tan simple, era más simple que planear como asaltar un banco, solo tenían que hablar.
“Pinza” fue el primero en armarse de valor y dar un paso al frente. Con la cabeza gacha abrió su boca totalmente seca.

- “Se-se-se-señor, yo qui-qui-quiero tener mil millones de dólares” dijo algo titubeante
- “Muy bien, así me gusta, los valientes como tú merecen lo que piden. Mañana cuando despiertes serás poseedor de esa gran fortuna. Disfrútala amigo, por que al final de tus días vendré a llevarte, ahora puedes esperar a tus amigo afuera.”

“Pinza” quedo asombrado, era tan simple como eso. Ahora su alma le pertenecía, pero a cambio era rico y tenía toda una vida para disfrutarla. Pinza se retiro de la cabaña, a la espera de sus compañeros.
“Loro” que ya había tomado confianza, se lanzo a pedir su deseo. El era aún más ambicioso, deseaba mucho poder y dinero, la combinación perfecta.

- “¡Yo quiero ser dictador eterno de un país centroamericano! ¡que esa nación sea inimaginablemente rica!” dijo suelto de huesos
- “¡Que rápido aprendiste muchacho! Mañana cuando despiertes, estará esperándote un avión privado para llevarte a tu nuevo reino, ese reino será tuyo hasta el fin de tus días, en ese momento vendré a llevarte. Ahora espera afuera”

El turno irrenunciable de Felipe había llegado, esos largos meses de espera habían rendido sus frutos, simplemente tenia que pronunciar unas cuantas palabras y sus problemas terrenales terminarían al despertar. Felipe no parecía estar asustado ahí, solo con el mismísimo demonio, algo había cambiado en el. Ese era su momento.

lunes, mayo 01, 2006

El Pacto (Parte 2)

Al otro día de su encuentro con “Didí”, Felipe decide convocar una reunión con “Loro” y “Pinza” para comunicarles su idea y a la vez convencerlos.
Cuando estuvieron los tres reunidos en un sitio privado en el cual planeaban sus golpes, Felipe tomo la palabra.

- “Los he reunido, para explicarles un nuevo plan, que nos va a sacar de misios, ya nunca más vamos a tener que asaltar a nadie, solo es un pequeño reto y se acaba todo”
- “Ojala que sea algo bueno por que hoy no tenía ganas de despegarme de una hembrita que conocía ayer” Dijo “Pinza”
- “A ver que es, con tus planes siempre nos fue bien” Agregó “Loro”

Felipe les empezó a decir su plan, tratando de convencer a ese par que no creía en ninguna cosa sobre natural, simplemente creían en su fuerza y astucia, así como les enseño su selva urbana, en solo creer en lo que veían.

- “¡Oye imbécil! Con quien estás parando, se ve que has estado viendo como mierda te televisión” Interrumpió “Pinza”
- “ Es en serio, cuando les he fallado, “Didí” nos va a decir que hacer, confíen en mí” Trató de convencerlos Felipe
- “Más te vale que esto sea en serio, sino…” Agregó “Loro” en tono amenazador
- “No se preocupen hermanos…” Concluyó Felipe

Cuando al fin llegó el día en que se tenían que reunir con “Didí” para que les diera la lista de “ingredientes” necesarios en el conjuro. Se le notaba a Felipe muy ansioso, algo obsesionado con este nuevo plan, algo nuevo que tal vez se le podría salir de sus manos y que también estarían involucrados sus amigos. A “Pinza” no se le veía muy convencido y “Loro” también tenia sus dudas, ellos pensaban que Felipe les iba hacer perder su “valioso” tiempo.

- “¡Hola Muchachos! ¡”Loro”! No te veo desde que tu abuela me contrató para que te pasara el huevo y te quite ese mal de ojo que no te dejaba dormir. ¡Como ha pasado el tiempo carajo!. Dijo contento “Didí”
- “Su pues negro, mi abuela creía en esas porquerías, tenía esas creencias cojudas como las de Felipe” Contesto “Loro”
- “¿Y tu “Pinza”? ¿tus hermanos dejaron de joderte la vida?, me enteré que mandaste a la tumba a un par de ellos” Le dijo “Didí” a “Pinza” mientras le daba unas palmadas en la espalda
- “Si pues, al que se mete conmigo le doy vuelta” Respondió “Pinza” tocando la pistola que llevaba consigo.
- “Acá todos somos amigos, así que no vas a tener que usarla. Esperen un momento que voy a buscar la lista de lo que tiene que conseguir para el conjuro”

Cuando volvió “Didí” traía un papel con todos los elementos necesarios para preparar el conjuro. Todo estaba detallado ahí.

Elementos:
- Una tela negra, con aplicaciones bordadas con hilo de plata. La manta tiene que ser remojada un día antes con agua de flores de girasol virgen.
- Una pequeña mesa de pino. La altura no debe exceder de los treinta centímetros de separación con respecto al suelo
- 11 Velas negras, sin ningún tipo de adorno, ellas deben ir prendidas en un candelabro de seis brazos, hecho de plata
- 1 botella de plata
- 1 Bolsa tejida con lino.
- Tierra de una tumba con 50 años de antigüedad, en la tumba debe estar enterrada una mujer.
- Una cuerda de 10 metros de largo, hecha con cola de burro.
- Aceite de Marte.
- 20 gramos de plata en polvo
- Medio litro de sangre de una mujer virgen recién muerta naturalmente.
- 30 gramos de Azufre.
- Una gota de sangre, de cada uno de los pactantes.
- Una cinta roja, de 30 centímetros.
- Una pierda de ojo de tigre.
- Un imán.
- Un cuchillo ceremonial inca, original.
- Maldad.
- Avaricia.
- Codicia
- Una Biblia negra.

Preparación:
- El conjuro debe ser realizado en una cabaña sin ventanas, construida con tronco de eucalipto, ubicada a trescientos metros de altura con relación al mar, el segundo domingo del mes, a las tres de la mañana.
- Deben llevar una trusa negra únicamente, con el torso desnudo, sin nada que les cubra los pies.
- Tres días anteriores a la ceremonia deben introducirse en una tina con agua fría mezclada con un litro de Maldad, dos litros de Codicia y medio litro de Avaricia.
- Ubicar la mesa exactamente al medio de la cabaña, cubrirla con te la negra. Encima de la tela poner exactamente al medio el candelabro de plata con 6 velas negras prendidas.
- Mezclar la sangre de virgen, el aceite de Marte, los 30 gramos de azufre, una gota de sangre de cada uno de los pactantes, todo dentro de la botella de plata e introducirla dentro de la bolsa de lino, amarrarla con la cinta roja, hacer seis nudos. Enterrar todo esto a un metro debajo de la mesa.
- Poner el cuchillo ceremonial inca a la izquierda de la mesa, a la derecha la piedra de ojo de tigre.
- Abrir la Biblia negra exactamente en el medio y ubicarla en la pared del que estaría frente a la mesa. Debe estar parada en el suelo.
- El en suelo frente a la mesa hacer con la cuenda de cola de burro una estrella de seis puntas, los espacios dentro de la estrella rellenarlos con la tierra de tumba, poner una vela prendida en cada punta de la estrella.
- Al centro de la estrella poner los 30 gramos de polvo de plata.
- El imán colgarlo en la puerta.

Conjuro:
Simplemente deben recitar con toda su fe esta frase 6 veces.

Señor oscuro invocamos tu presencia
Señor oscuro acompáñanos
Señor oscuro te saludamos
Señor Oscuro Preséntate

Cuando acabaron de leer la lista, estaban petrificados, era un disparate, todo parecía una farsa. “Didí” les empezó a explicar como era que debían hacer todo y donde conseguir los ingredientes.

- “Ya saben muchachos, espero que no se mojen los calzoncillos” Les dijo “Didí” entre broma y en serio.
- “ ¡Gracias “Didí”! “ Dijo Felipe
- “Nos vemos “Didí” no se en que mierda nos ha metido este” Dijo Loro
- “¡Hasta nunca!”Se despidió “Pinza”

La preparación de todo les tomó tres largos meses. En el mes de Agosto estaba todo listo, los ingredientes, la cabaña, todo estaba terminado, únicamente Felipe les tenía que decir que día iban a hacer la ceremonia, ese rito que les podía cambiar la vida, esa vida miserable que les había regalado el destino.