lunes, mayo 15, 2006

El planeta muerto (Parte 3)

La cantidad de alimentos que llevaban, fue calculada para que sobrevivan durante tres meses, luego con los recursos del planeta que se suponía era rico en plantas, animales y líquidos, podrían vivir tranquilamente mientras se encargaban de cumplir con su misión que era la de poblar el planeta con seres de esas tres especies.
Ellos tenían en la nave infinidad de aparatos que les ayudarían a la exploración, naves, excavadoras, buscadores de todo tipo de material. Ahora tendrían que usar esa tecnología para salvarles la vida. Así pararon tres meses buscando por todo el planeta algún indicio de vida.

Rocna y Furka partieron en una misión de reconocimiento en una nave, mientras Crano se había quedado en la nave tratando de analizar el subsuelo para ver si habían en el planeta elementos líquidos que sus cuerpos aceptarían

- “ Furka ves algo? “ Dijo Rocna mientras piloteaba una nave de reconocimiento
- “ Los indicadores me muestran que todo está muerto, como lo que hemos visto en los tres últimos meses” Respondió Furka
- “Hemos racionado muy bien los alimentos, pero están a punto de terminarse y este planeta no tiene absolutamente nada. Desde que llegamos ni siquiera ha llovido y todo el planeta es absolutamente igual.” Habló preocupado Rocna
- “¡Regresemos! que nuevamente no hemos encontrado nada” Dijo el resignado Furka

Esa magnifica tecnología nos les servía de nada, hubieran dado hasta un brazo con tal de poder cambiar una pequeña nave por comida. Rocno se alimentaba simplemente de cualquier liquido, Furka era herbívoro y Crano carnívoro. Ningún elemento del planeta era útil para sus organismos, a menos que ellos pudieran procesar las rocas o la arena, era imposible.


- “ Esta es mi ultima barra de alimento vegetal muchachos, en unos tres días seremos parte de este planeta.” Dijo Furka
- “Tienes razón el líquido alimenticio se me acaba hoy también, mi cuerpo se deshidratará más rápidamente que el de ustedes, ¡espero que me den buena sepultura!” Bromeó Rocno
- “Debemos aguantar, no nos podemos dar por vencidos hasta el día que estemos completamente débiles y que ya no podamos caminar “ Crano les dio aliento, que hace un día ya no tenía ningún tipo de alimentos.

En un par de días ya estaban a punto de la muerte, su cuerpo simplemente les pedía descanso, no podían moverse mucho para economizar energías. En el silencio de la profunda noche, una noche sumamente oscura, sin la compañía de una luna, de la que ese planeta no era poseedor. Estaba ahí Crano pensando fríamente en lo que había aprendido en las clases de supervivencia.

- “¡Matar o Morir!“ Dijo convencidamente el agresivo instructor, que era un pequeño ser de un planeta ubicado el la constelación Centauro.
- “¿Matar al enemigo?” Dijo Crano
- “Al enemigo efectivamente muchacho, pero hay casos extremos en los que personas que no te odian podrían hacerte daño, simplemente por el hecho de vivir.”
- “ Explíqueme bien eso señor”
- “¿Que pasaría si estas en un lugar y no hay ningún tipo de alimento?, seguro preferirías morir antes de matar a tus compañeros, pero a veces la naturaleza en casos extremos nos obliga a reaccionar como simples animales “

Al otro día Crano ordenó a Rocno que lo acompañe en la nave para hacer un nuevo reconocimiento de la zona, dejando a cargo del monitoreo a Furka. Cuando abordaron la nave Rocno tomó los controles y Crano se ubicó atrás de el. Los dos iban completamente callados y Rocno pensó que esa orden de ir en la nave en busca de alguna esperanza era producto del delirio a causa de la falta de comida.

- “¡Rocno!” la sensibilidad telepática de Rocno hizo que volteara rápidamente

Ahí estaba Crano apuntándole con una pequeña arma, pero muy letal.

- “¡Desciende ahora mismo! Tengo que decirte algo “

2 Comments:

Blogger Rolando Escaró said...

la vida se abre camino, aun a través de la muerte...
me dejas enganchado con tus historias

10:26 a. m.  
Blogger Dragón del 96 said...

Crano es bien conchan en decirles a sus patas que aguanten... yo que el solo espero a que el tiempo pase. Vere que sucede...

Te leo.

7:02 p. m.  

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