jueves, mayo 04, 2006

El Pacto (Parte 4)

- “Deseo que en los próximos veinte años dejes de reinar en la tierra, que simplemente reine la paz entre los hombres, que la maldad desaparezca en ese lapso de tiempo. Ese es mi único pedido” Dijo firmemente Felipe

Una risa burlona se dibujó en el rostro de Lucifer, un deseo raro había pronunciado Felipe, un pedido que en millones de años en la tierra no se lo habían hecho, generalmente los hombres desean tener el dominio de los otros seres que los rodean, su ego los domina, la codicia corrompe sus almas, los placeres carnales simplemente los tienta y acuden a el.

- “Muchacho, ¿estas seguro que quieres eso?, no quieres pedir algo que te beneficie, puedes tener más que eso. El mundo absolutamente puede ser tuyo. Entregarías tu alma por otros, eso quieres?”
- “Si” contestó simplemente Felipe

El pacto no tenia ninguna cláusula en contra de eso, el tenía que cumplir con ese insólito deseo, veinte años serían un abrir y cerrar de ojos para Lucifer.

- “Que así sea muchacho, Cuando despiertes, yo me habré ido de este mundo, pero luego de veinte años volveré a llevarte y tu alma me pertenecerá. Hasta entonces”

El había desaparecido.


Todo parecía un sueño, los tres inseparables amigos no se volvieron a ver nunca más, cada quien tomo su rumbo. Felipe, dejó la mala vida, hacer el mal ya no “estaba de moda”, se dedicó al trabajo, luego formó una familia, después nació su única hija, el seguía siendo humilde, su cuenta bancaria no existía, pero el parecía feliz.
“Pinza” compró una isla en algún lugar del planeta. La bebida, las drogas, el sexo, no le faltaban. Con tanta riqueza llegó a olvidar lo ocurrido en esa pequeña cabaña.
“Loro” a parte de tener mucha riqueza, dominaba a la gente, a esa gente que por deseo de Felipe, no tenían maldad y eran manipulados fácilmente. La vida de “Loro” era envidiable, lo tenía todo.

Pero como el tiempo no perdona y Lucifer tampoco. Pasaron los veinte años, esos años de paz y amor mundial habían llegado a su fin.
Lo que no habían previsto “El Pinza” y “Loro” era que su vida terminaría en ese lapso de tiempo, repentinamente perdieron su fantástica vida y sus almas también. “Pinza” murió en manos de una amante celosa, al no soportar verlo fornicar con cuanta mujer se presentara en su camino. “Loro” fue infectado por una extraña enfermedad fulminante, que lo consumió en cuestión de horas.

Felipe sabía su destino. Era una fría noche de invierno, las grises nubes habían atrapado la luna, provocando que las tinieblas reinaran. El viento corría fuerte, algo insólito para esa ciudad, los perros aullaban, como si presintieran algo. La casa de Felipe estaba ubicada encima de un cerro, el panorama en la noche se hacía hermoso, se podía ver prácticamente toda la ciudad desde ahí. Para que su familia no experimentara ese terror de ver al diablo en persona, Felipe salió a caminar, hasta llegar al borde del cerro. Ahí estaba el, mirando esa ciudad llena de luz, esa ciudad que lo había visto nacer, lo había visto hacer el mal y donde años después haría el bien. Ese lugar donde trabajaría tenazmente y en armonía, donde habitaba gente buena y que solo se transformaban en malas por las circunstancias. Ahí estaba el.

- “Te demoraste, te estaba esperando” dijo Felipe al sentir una presencia.
- “Tu hora ha llegado Felipe, igual que la de tus amigos, ahora están en mi reino. Pero primero quiero preguntarte algo, ¿Por qué pediste ese pobre deseo?”
- “Sabía que me lo preguntarías en su momento. Yo ya estaba condenado mucho antes de llamarte, pero cuando estaba ahí parado en esa cabaña, quise hacer el bien, por única vez en mi vida, quise ver si alguien con el corazón lleno de odio y de ira podía cambiar el mundo. Por que yo me consideraba un demonio, pero sin poderes, sin esos poderes que tu si poses, así que traté de usarte. Y así lo hice, por única vez hicimos el bien”
- “¿Entonces ofreciste tu alma a cambio de la felicidad del resto?”
- “Sí y no me arrepiento. Ahora llévame como habíamos pactado”

Felipe se había marchado.

2 Comments:

Blogger Rolando Escaró said...

que buena historia

3:03 p. m.  
Blogger Dragón del 96 said...

Puede ser más explotada. Me gusto mucho el sentido sobrenatural. Empezaré a leerte, me gusta el estilo.

Te leo.

10:45 p. m.  

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