miércoles, mayo 17, 2006

El planeta muerto (Parte 5)

Lo que divisó fue una pequeña construcción, algo así como un refugio construido con un extraño metal. Alguien había llegado antes que ellos, pero Crano no tenía la seguridad que existiera algún ser viviente ahí. Luego de bajar por el otro lado de la montaña, hacia el valle, el camino sería de diez kilómetros en línea recta. Cuando estaba próximo a esa extraña construcción, las piernas de Crano le ordenaron seguir la marcha más rápido, ahora corría. A pocos metros pudo constatar que el sitio era real, tan real como habían sido los asesinatos a sus amigos, tan real como el hambre que sentía, tan real como ese maldito planeta.
Crano podría comunicarse telepáticamente con cualquier tipo de inteligencia avanzada en un radio de diez metros, pero parecía que el material con que estaba construida esa estructura se lo impedía, así que golpeó unas cuantas veces la puerta herméticamente cerrada.
Luego de unos cuantos segundos de espera, la puerta se deslizo, pero no salió nadie. Parecía que lo estaban invitando a entrar. Crano no tenía otra opción que entrar, y así lo hizo.
El lugar estaba iluminado y fresco. Se veían aparatos muy sofisticados, pero que Crano no conocía. El desorden y el polvo reinaban ahí.

- “¿Quien eres tu?” Se comunicó telepáticamente un ser que estaba saliendo de otro ambiente.
- “Soy Crano, vine desde muy lejos con un equipo de colonizadores para poblar este planeta, pero ellos ya están muertos. ¿Quién eres tu? “ dijo Crano y poniendo una mirada atónita cuando vio a ese ser, muy parecido a el, algo más bajo, se parecía a un humano
- “Soy una creación del profesor Galileo, el era un científico ermitaño, proveniente de la tierra, que tratando de escapar de todo tipo de civilización se aventuró por el espacio en busca de planetas propicios para la vida, en los cuales el podría experimentar con plena libertad. Llegó aquí hace más de veinte años, tiempo en el cual empezó a trabajar en un proyecto genético. El empezó a experimentar con insectos propios del planeta, muchos de ellos tenían habilidades que llamaron la atención del profesor desde un primer momento. Pero el insecto que más le impacto fue uno que se alimentaba simplemente de energía, la energía solar lo alimentaba, pero también podía extraer la energía de seres vivos. Era raro verlos, no existían muchos, por lo tanto no serían un peligro para el ecosistema. “

Crano no podía creer lo que le estaba diciendo ese ser, parecía que el profesor Galileo lo había programado para que le de esa información a cualquier ser inteligente que lo encontrara.

- “ El profesor se empezó a dar cuenta de que necesitaba ayuda en ese planeta, entonces creó una especie de hombres insectos llamados Marcus. El los creó combinando genéticamente las células de ese insecto con las de los humanos. Demoró muchos años para que fueran perfeccionados, yo soy Marcos 5 , existieron cuatro antes que yo, pero no vivieron ni un solo día. Mi desarrollo se produjo a pasos agigantados. Pero algo se salió de las manos del profesor, siendo yo un ser que se alimentaba de energía pura, empecé a absorber todo lo que tenía a mi paso, animales, plantas, insectos, absolutamente todo”
- “Y donde se encuentra el profesor Galileo?
- “A el también lo absorbí. Yo fui concebido para hacer el bien por el profesor, pero como todo lo que inventa el ser humano, muchas cosas que son para su bienestar y luego se salen de sus manos, convirtiéndose en armas muy destructivas. Al cabo de pocos años absorbí toda la energía del planeta, dejándolo muerto. Ahora vivo con la simple energía solar.”
- “ ¿El profesor no te dijo que no era bueno matar?” Crano meditó por un segundo en lo que había dicho.
- “ El profesor simplemente me educo para mantenerme con vida y eso he hecho desde que fui creado” Ahora Marcus 5 estaba mirando fijamente a Crano
- “ No creerás que yo soy tu comida no?” dijo Crano mientras trataba de desenfundar su arma
- “ Simplemente absorberé toda tu energía, no será doloroso”

Marcus 5 se acercaba lentamente. En la desesperación Crano disparó, pero sin ningún efecto, la energía de ese rayo había sido asimilada por su cuerpo increíblemente. El proceso de absorción de energía estaba empezando. No necesitaba tocarlo. Crano calló al suelo sintiendo que algo salía de el. Los recuerdos buenos y malos invadieron su mente, la escuela, el viaje, los compañeros que había matado para sobrevivir y exactamente ese ser hacía lo mismo, matarlo para poder vivir.

Pero algo empezó a pasar, algo que el profesor Galileo no había previsto o tal vez si. Mientras Marcus 5 chupaba toda la energía vital de Crano también se iba debilitando. Los dos estaban muriendo simultáneamente.
El profesor Galileo experimentó con ese insecto que se alimentaba solo de buenas energías, porque en ese planeta no existía ningún tipo de maldad. Una energía jamás conocida en ese planeta.
Marcus 5 fue creado con esa clase de células. Y cuando el profesor fue absorbido por el, no estaba cargado por ningún tipo de pensamiento negativo, en cambio Crano si tenía esa energía mala, producida por la muerte de sus amigos, matándolos sabiendo que iba en contra de su naturaleza.

Ahí estaban tendidos en el suelo Crano y Marcus 5. Ya no tenían vida. Una vez más la mano del hombre había creado algo tan fascinante para la ciencia pero tan destructivo para el universo.

3 Comments:

Blogger Rolando Escaró said...

al final el odio humano sigue siendo el arma más mortifera que existe

9:40 a. m.  
Blogger Dragón del 96 said...

Cuando no. Me gusto el final aunque espere mucho por el, je, je, je. Me parece que Crano no debio morir, hubiera sido ironico tenerlo con vida nuevamente en el planeta. Me hubiera gustado que eso lo matara.

5:36 p. m.  
Blogger Dragón del 96 said...

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5:36 p. m.  

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