Negocios Universitarios ( Capítulo 5 )

A la mañana siguiente, el capitán García y el teniente López ya habían interrogado prácticamente todos los profesores de la facultad, ninguno de ellos les dada una buena pista, todos decían que era un estudiante promedio y que tenía muchos amigos. Esa respuesta se la escucharon a todos.
García sabía que la clave para encontrar al asesino estaba entre sus compañeros.

- “¿Y jefe? ¿Como le fue ayer con Marita? ¿Cómo estaba? “ mientras López se relamía los labios
- “Mira López..., ya se que no tienes suerte con las mujeres y que la única mujer que te besa todas las noches es tu mamá, para desearte dulces sueños..., también se que tu mano está con unas llagas tremendas a causa de la paja..., pero te pido solo una cosita..., ¡¡NO TE VUELVAS A ALUCINAR A MARÍTA QUE TE MATO!!... ¿entendiste López?” gritó García mientras lo agarraba a López de las solapas del saco..
- “¡Entendido capitán! Pero lo que quise decir es si le llego a dar la información que le pidió sobre el número telefónico”
- “¡No! Hoy quedó en llamarme para dármela” dijo secamente García
- “¿Mientras tanto que vamos a hacer?”
- “Para que no te aburras anda tráeme un café mientras pienso”
- ““Capi” ¿no sabe que el café produce gastritis?”
- “¡Maldición López! “la cara de García se transformó, parecía un perro rabioso.
- “Ya vengo jefe...”
López salió disparado hacia la cafetería

García trataba de atar los cabos. En su libreta de apuntes tenía escrita la declaración de la madre de Braulio Pastor. Según lo que había dicho un chico llamado Max Pardo fue a buscarlo en la mañana, unas horas después de ocurrido el asesinato, lo que hacía a Max uno de los principales sospechosos. El próximo interrogado debería ser el.
A las cinco de la tarde Max tenía clases en la universidad, antes de entrar a su aula debía ser interceptado por García y López para hacerle unas cuantas preguntas.

- “¿Usted es el señor Max Pardo?” dijo García mientras se acercaba por su espalda
- “¿Ah? Sí, soy yo -Max volteaba sorprendido- ¿Quiénes son ustedes? “
- “El capitán García y el es el teniente López, somos de la división de homicidios de la policía nacional – mientras García sacaba su placa- hemos venido a hacerles algunas preguntas y espero que nos pueda ayudar”
- “Pero no se que problema pueda haber, ¿Qué ha pasado?”
- “¿Usted no sabe que un compañero suyo ha perdido la vida misteriosamente? ¿Cuántos años tiene?¿Tiene padres?¿Cuáles son sus notas?¿Por qué se hace llamar Max?¿Cuáles son sus...?” preguntaba desesperadamente López con la pluma presionada sobre la pequeña libreta de notas
- “Permítanos un momento... –García se dirigió a Max mientras jalaba a López a un lado- ¡ANIMAL! ¿¡QUE MIERDA ESTAS PREGUNTANDO!? ¿te quieres acostar con él?
- “Perdón Jefe, pensé que esos datos nos podían servir...”
- “Tu apunta, que yo voy a hacer las preguntas -dijo García mientras se acercaba a Max- Bien señor, ¿Dónde se encontraba el día Martes pasado entre las nueve de la noche y la una de la mañana?”
- “Bueno, de nueve a diez de la noche estuve con una amiga, luego me fui a mi casa a descansar por que al otro día tenía clases muy temprano en la universidad”
- “ Apunta..., ¿Por qué al otro día fue a buscar a su casa al señor Braulio Pastor?” mientras García preguntaba, miraba fijamente a Max
- “Lo fui a buscar porque..., tenía que hablar con él” Max se estaba poniendo nervioso
- “¿Y que tenía que hablar?” replicó García rápidamente
- “ Asuntos personales señor”
- “Que interesante..., apunta..., cambiando de tema, usted no tiene padres, ¿no?”
- “Bueno, no, pero que tiene que ver esto con ...” Max estaba desorientado
- “¿Usted trabaja?” seguía García
- “!No señor! Solo estudio..., no se a que viene todo esto”
- “¿De donde provienen sus ingresos económicos?
- “Mis padres me dejaron una gran herencia al morir” dijo rápidamente Max, como si esa respuesta ya la tuviera preparada
- “Muy bien...- en ese momento García fue interrumpido por una llamada telefónica- espere un momento por favor – García se alejo un momento- Ah, ¡hola Marita! ¿Qué novedades?, ¿cómo?¿estas segura? Te pasaste Marita, te debo una..., sí, ya se que son varias, mañana te doy tu regalito, un besito” como era costumbre de García una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro luego de colgar, pero no solo era por haber hablado con Marita, había algo más.
- “Señor Max Pardo, ¿Cuántas...? “
- “ ¡Gracias Señor Pardo! Nos ha sido de mucha ayuda, disculpe por hacerle perder su valioso tiempo” interrumpió García antes de que el teniente López pudiera hacer otra pregunta
- “No hay de que” dijo Max, que dio media vuelta y rápidamente se alejo de ellos .
- “Señor, ¿Por qué me interrumpió?”
- “Parece que tenemos al asesino López..., Marita me llamó para decirme a quien le pertenecía el último número registrado que se comunicó con Braulio Pastor”
- “¿El de su mamá?, porque su mamá parecía buena madre...”
- “¡NO! El último número pertenecía a ¡Max Pardo!.., dos horas antes del asesinato entró su llamada”
- “¡Ahora si lo tenemos Capitán!” dijo alegre López
- “No, aún no, nos faltan pruebas, tenemos que seguir todos sus pasos..., después de que acaben sus clases, ¡iremos tras él!”dijo emocionado García


No muy lejos de ahí, en un lugar poco transitado del campus universitario, Juanpa era interceptado por Gladis, la novia de Max.

- “ ¡Ay!, perdón -Gladis se topaba intencionalmente con Juanpa- tu debes ser Juanpa, te he visto en el equipo de basketball de la universidad “
- “¿Ah si? Pero, yo nunca juego” contesto extrañado Juanpa
- “ No que vah, eso lo saben todas las chicas que van a los partidos, solo van a verte a ti, ahí sentado te ves tan cuero”
- “ ¡¿En serio?!” dijo Juanpa mientras soltaba una carcajada
- “Sí, que tonto para no haberte dado cuenta..., ven siéntate -Gladis cogía su mano mientras lo guiaba a una banca- ¿y como te va con tu novia?”
- “Este, ¿novia?”
- “Sí tu novia, Allison creo que se llama, es muy amiga de Max, ustedes son novios ¿no?”
- “ ¡Éramos!, hoy voy la termino”
- “¿Por qué?, un chico como tu necesita estar con una mujer, no puedes estar solo “ Gladis ahora jugaba con el pelo de Juanpa
- “¡Parece que Allison está jugando conmigo!”
- “¿Te esta engañando?”
- “Sí, y justamente me engaña con...”

En ese preciso instante Gladis le clavó un beso a Juanpa. Lo había dejado helado, pero a la vez le había gustado y lo iba a aprovechar todo el tiempo que fuera posible, ese beso se prolongó por varios minutos. Juanpa sin querer se estaba vengando.

- “¡Juanpa! ¡Que bien besas!”
- “Tu eres la que besas increíblemente bien…”
- “Amorcito, ¿crees que me puedas hacer un favor?..., mira tengo esta mochila y necesito entregársela hoy a un amigo, son unas cosas para la universidad, pero yo no voy a poder porque tengo clases hasta muy tarde acá, ¿tu crees de que se la puedas dejar?..., te doy la dirección del sitio y se la entregas nomás y si quieres más tarde pasas por mi casa para divertirnos un rato” dijo Gladis mientras se mordía los labios
- “¿Y después voy a tu casa?” Juanpa estaba sorprendido, en lo fácil que sería todo, solo tendría que dejar ese maletín y a gozar toda la noche.
- “ Sí, papi, pero el también te va a entregar un encargo para mí”
- “ No te preocupes muñeca”