martes, abril 25, 2006

El Cuadro

Parece extraño, pero estoy en esta casa desde que la edificaron y solo he visto una parte de ella. Conozco el comedor, una parte de la sala y veo parte de la cocina. Mi campo visual es muy reducido.
Generación tras generación desfilaron ante mis ojos y me pudieron admirar, supongo que seré hermoso, por que me miraban detenidamente, algunos hasta me analizaban durante varios minutos, lamentablemente no sabía como era, solo sabía que tenia forma rectangular, prácticamente la única forma conocida por nuestros creadores.

Casi todos los días transcurrían aburridos, excepto a la hora de tomar los alimentos, ahí podía escuchar todo, podía verlos a todos ellos riendo, peleando y hasta llorando. Siempre a la misma hora, así viniera otra familia siempre era igual, su vida era tan monótona como la mía.

Muchas veces pude ver a las parejas fabricando niños, parecía una tarea ardua, ese vaivén parecía agotador, pero a la vez placentero. Después de algunos meses los niños nacían, luego de algunos meses crecían y unos años más tarde nunca más los volvía a ver, era un ciclo, un ciclo interminable.

Un día a cierta familia se le ocurrió darme una distracción, me trajeron un espejo, era grande con bordes dorados, su forma era ovalada, algo extraño para mí , algo diferente que iba a estar colgado frente a mí.

Por primera vez pude verme, tenía pintado un paisaje en mi interior. En primer plano había un objeto hecho con el material de la mesa, no se veía completo, parecía como cortado. A su izquierda estaban dos señores con una telas, algo parecido a las cortinas de la sala, pero con huecos. Más atrás se podía ver mucha agua y encima de todo estaba el cielo, que solo conocía por descripción de la casa. Su color era algo oscuro, como cuando la luz se empieza a retirar.

Durante años me deleité viéndome, me miraba permanentemente. ¡Yo me gustaba!.
Por cuestiones del destino un nuevo niño en la familia me quitó la única distracción que había tenido por años, rompió el espejo con un objeto redondo, llamado pelota. Mi vida parecía haber acabado, ya nada tenía sentido, solo me quedaba el recuerdo de esa hermosa figura.

Cuando me descolgaron sin previo aviso y me sacaron de la casa, de esa inseparable amiga, que durante siglos le hice compañía, mis sentimientos se encontraron, por un lado sentí el odio y la impotencia de ver como iban a aniquilarla. La derrumbaron.
Por otro lado mi alegría fue inmensa al ver otro mundo, ese cielo del que la casa me había hablado y solo lo podía ver en mí. Todo era hermoso, la gente, los animales, los árboles, los autos, las otras casas, todo.

Ahora estoy con varios como yo, pero no puedo ver, solo tengo recuerdos, recuerdos del mundo, ese mundo que me trató como lo que era, un cuadro.

1 Comments:

Blogger Dr. Espinosa said...

Uno piensa que se mundo es grande hasta que lo sacan de él y descubre que estuvo encerrado en, apenas, una burbuja de cristal.


Hermoso cuento el suyo.

8:12 a. m.  

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